Ocurre que me convence mucho la existencia de un área dedicada a los Procesos, en cualquier empresa. No hablo de un área de "especificación de requerimientos para Informática". Muy lejos de eso. Hablo de una área centralizada y empoderada, que permita articular el desarrollo de una empresa en todas sus áreas funcionales, apoyando a las distintas gerencias, alineándolas en torno a un conjunto de objetivos y estrategias comunes.
Desde este punto de vista, ¿cuáles serían los desafíos de un área con dedicación exclusiva al análisis y rediseño de Procesos?
Para abordar este punto, me es inevitable pensar una empresa como un ser vivo, cuyas etapas de desarrollo son las siguientes:
- Sobrevivir
- Crecer
- Obtener utilidades
- Alcanzar competitividad estratégica
- Lograr que las ventajas competitivas sean sustentables.
En este contexto, pienso que el Análisis y Rediseño de Procesos de Negocios debería responder a los siguientes desafíos:
- Alinear a la empresa en torno a la estrategia elegida para cada etapa de crecimiento.
- Proveer la flexibilidad estratégica necesaria para el desarrollo. Es decir, que los procesos estén preparados para cambiar la orientación estratégica, y diseñados para aprender, autoajustarse y disminuir los riesgos del cambio.
- Visualizar oportunidades de cambio profundo, indicando los tiempos en que debe ser necesario cambiar de estrategia... o de negocio.
- Mejora continua de Procesos existentes, y
- Creación de nuevos Procesos, donde se piensa y repiensa la empresa, en torno a la evolución de las variables estratégicas v/s el desarrollo propio de la empresa.
Quizás soy majadero en pensar que una empresa es un sistema vivo, y que debe evolucionar. En mi enfoque, es el área de Procesos la que debe ser capaz de guiar este crecimiento. Para dónde debe crecer, cuáles deben ser los objetivos centrales y estrategias de alto nivel, esa es una conversación que debiera exceder al área de Procesos, sino debiese ser un Input, un mapa para que los Ingenieros de Procesos diseñen o coordinen los procesos que permitan alcanzar dichos objetivos.
Por tanto, la conversación metodológica "tradicional" debería entrar mucho después de generar el convencimiento de que se necesita esta área, si no interna a la empresa, quizás (y probablemente mucho mejor) externa, subcontratada. Me pregunto, por lo tanto, si las empresas consultoras, al menos en Chile, cuentan con las competencias y la visión necesarias para generar las conversaciones adecuadas al grado de madurez de las empresas, para así apoyar adecuadamente la ejecución de los procesos de transformación.
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